El siglo XIX en España está marcado por lo que hoy conocemos como guerras Carlistas, aunque sus contemporáneos las conocían como Guerras Civiles. En la historia han quedado registradas tres guerras Carlistas, amén de diversas sublevaciones que se prolongaron hasta la primera década del siglo XX. No voy a profundizar en ellas, salvo algunas consideraciones generales para situar la noticia de hoy en su entorno. El Carlismo era un movimiento de carácter reaccionario en lo ideológico y lo religioso, que defendía el modelo absolutista frente a la monarquía liberal y el predominio de la religión en la vida pública. Pero como casi todas las cosas el asunto no era tan sencillo. Era un movimiento fuertemente enraizado en el entorno rural de los territorios que habían formado parte de la Corona de Aragón, y también en Navarra y el País Vasco, justamente los que habían perdido sus fueros y privilegios con los decretos de Nueva Planta de Felipe V, porque, paradójicamente, los aspirantes Ca